La mayor preocupación que tenemos cuando tenemos familiares a nuestro cuidado es que tengan la mejor atención. Pensamos automáticamente en las instituciones como las residencias que son un lugar adecuado para que nuestros mayores estén asistidos cuando por tiempo no podemos estar junto a ellos.

Pero, pensemos que ellos son personas con una edad que no les permite adaptarse con facilidad a los cambios. Tienen rutinas ya bastante arraigadas que romperlas puede traerles desestabilización a nivel emocional y físico. Imaginémonos si nos sacaran del entorno que conocemos y donde hemos vivido durante varios años. ¿Cómo nos haría sentir?

Para nuestros mayores sería el doble de difícil porque indudablemente mientras más pasan los años mas nos cuesta cambiar nuestros hábitos de vida. Entonces, ¿Qué alternativa tendríamos a estas situaciones?

Contratar una interna es una opción a evaluar por los beneficios que puede aportarnos no solo a nuestros familiares sino a nosotros mismos. A continuación te mostramos algunas de las ventajas que tiene poder contar con personas internas para su cuidado.

1- Comodidad.

Para las personas mayores y dependientes estar en sus casas representa la sensación de control y estabilidad en sus vidas. En sus hogares ya tienen las condiciones creadas a su gusto. Conocen los espacios y el entorno que les rodea.

La comodidad que representa ser atendidos y cuidados en sus hogares compensa cualquier otro elemento que consideremos a la hora de tomar la decisión de contar con una interna en casa.

2- Atención personalizada.

En las residencias, lugares donde es muy común que llevemos a nuestros mayores para su cuidado, a veces no es posible darles una atención personalizada.

Es cierto que existen alternativas como pueden ser contratar compañía en residencias, pero dependerá mucho de la necesidad de cuidado que tenga tu ser querido.

Con los cuidados de internos la persona atendida recibirá un trato más cercano, personal y adaptado a su carácter y personalidad ya que el cuidador podrá conocerlo mucho más a profundidad.

Existen innumerables casos en donde cuidador y la persona cuidada crean un vínculo que trasciende a lo estrictamente profesional y nuestros mayores reciben el cariño y la calidez de aquellos que los cuidan.

3- Tranquilidad.

Para nosotros, los familiares, contratar a un interno supone una tranquilidad al saber que aunque no estemos con ellos están bien atendidos

Para ello, es importante que seleccionemos bien al cuidador idóneo porque de esto dependerá la estabilidad y la seguridad para nuestros mayores y para nosotros mismos.

El proceso de selección es bastante complejo en estos casos ya que hay variables que hay que tener muy en cuenta. Aún así, existen empresas de asistencia y cuidado de ancianos que tienen amplia experiencia en este tipo de servicio y podrán proporcionarte un profesional cualificado.

4- Compañía.

No solo la atención o asistencia en tareas hogareñas u otras actividades es lo que puede proporcionarnos el servicio de un interno.

Acompañarlos en diferentes momentos, apoyarlos e incentivarlos a que salgan de casa a dar paseos, leer, ir a lugares de ocio o ir con ellos a citas médicas o revisiones rutinarias de salud puede marcar la diferencia para ellos y su calidad de vida.

Mantener una escucha activa sobre sus preocupaciones, deseos y anhelos les ayudará a sentir que no están solos y son parte importante de nuestra sociedad.

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